La rentabilidad de los activos o ROA es un ratio que nos permite medir la capacidad de generar ganancias que tiene una determinada empresa. Para poder calcularlo se toma como referencia dos factores fundamentales: el activo de la empresa (los recursos con los que cuenta) y el beneficio neto que ha obtenido en el último ejercicio.
El principal objetivo de este indicador es que nos permite saber el uso que estamos haciendo de los activos de la empresa. Así pues, un alto ROA o un crecimiento del mismo nos da una buena señal de que lo estamos haciendo bien.
En el caso contrario, en el que el ROA o Return On Assets no es tan alto o presenta caídas, es mejor gestionarlo reduciendo costes para poder así aumentar su beneficio neto, aumentar la rotación de activos, subir los precios para aumentar ingresos, etc.
¿Se pueden comparar empresas mediante el ROA?
Sí, aunque solo deberemos comparar empresas mediante este indicador si se encuentran en el mismo sector y, por tanto, los aspectos de inversión sean similares. Por ejemplo: no es lo mismo comparar dos empresas metalúrgicas, que una empresa metalúrgica y una textil (ya que sus inversiones presenta diferencias).
¿Cómo se calcula la rentabilidad de activos?
Para poder calcular la rentabilidad de activos o ROA debemos usar la siguiente fórmula:
Veámoslo mediante un ejemplo:
Una empresa tiene unos activos por valor de 100 000€. Obtuvo el año pasado un beneficio antes de intereses e impuestos de 20 000€. Tuvo unos gastos financieros de 10 000€ y la tasa impositiva es del 30%.
Calculando, obtenemos:
BAT = BAIT-Gastos= 20 000 - 10 000= 10 000€
Beneficio Neto = 10 000 - (0,3*10 000)= 7 000€
Entonces, calculamos la rentabilidad de los activos o ROA:
Esto significa que por cada 1 € invertido en la empresa, obtenemos 14'28€ de beneficio.
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