Las siglas CAPM (Capital Asset pricing Model) hacen referencia a un modelo de valoración de activos financieros que estima la rentabilidad esperada según el riesgo sistemático. Para ello, se hace una estimación, basada en el riesgo sistemático.
Es un modelo basado en una situación de equilibrio de mercado, en el que oferta y demanda de activos financieros coinciden. La competencia es perfecta y existe relación entre la rentabilidad del activo y el riesgo asumido.
Si asumimos mayor riesgo, la rentabilidad es mayor, lo que nos sugiere otorgar valores al nivel de riesgo que se asume para conocer el porcentaje de rentabilidad potencial de los activos. No obstante, este modelo solo tiene en cuenta el riesgo sistemático, rechazando el no sistemático (el intrínseco al título con el que operamos).
Supuestos del Modelo CAPM
Destacamos los siguientes supuestos:
- Se trata de un modelo estático, se tiene en cuenta un periodo.
- Los inversores son aversos al riesgo.
- El mercado se asume como competencia perfecta.
- La rentabilidad de los activos sigue una distribución normal.
- La oferta de activos financieros se trata de una variable exógena, fija y conocida.
- Los inversores sólo tienen en cuenta el riesgo que es sistemático, rechazando los demás que no lo sean.
- Se mantiene el mismo nivel de información para todos los inversores.
Fórmula del CAPM
Según el modelo CAPM se puede estimar la rentabilidad de un activo con la siguiente fórmula:
E (ri)= rf + β [E (rm) – rf]
Donde:
- E (ri): tasa de rentabilidad esperada de un activo concreto
- rf: rentabilidad del activo sin riesgo.
- β : beta de activo financiero. Se usa para medir la sensibilidad del activo respecto a su correspondiente benchmark (punto de referencia para medir rendimiento de una inversión).
- E(rm): tasa de rentabilidad esperada del mercado en que cotiza el activo.