El empleo es una relación entre dos partes. Generalmente se basa en un contrato en el que una parte es el empleador y la otra es el empleado. El empleador puede ser una sociedad anónima con fines de lucro, una organización sin fines de lucro, una cooperativa u otra entidad. El empleo suele regirse por leyes laborales, la organización o los contratos legales.
Los empleados trabajan a cambio de una remuneración. Esto, puede ser en forma de un salario por hora, a destajo o un salario anual, según el tipo de trabajo que realice un empleado o el sector en el que trabaje.
En un contexto empresarial, un empleado es una persona que es contratada para prestar servicios a una empresa de forma regular. Lo realiza a cambio de una compensación y no presta estos servicios como parte de un negocio independiente.
Qué compensaciones hay en el empleo y cómo sacarles partido
En ciertos empleos, los trabajadores pueden recibir beneficios más allá de un pago mensual. Esto creará un ambiente de trabajo mejor y más productivo.
Las comisiones en un empleo
Podemos encontrar muchas maneras de pagar un empleo dependiendo de la labor que necesitamos que se haga. En las empresas de venta, por ejemplo, y en los puestos inmobiliarios, el empleado puede recibir una comisión, un porcentaje del valor de los bienes o servicios que ha vendido.
Remuneración en acciones
De hecho, podemos optar, dependiendo del cargo, por remunerar a algunos ejecutivos y empleados con acciones u opciones de compra de acciones. Evidentemente, este es un enfoque de compensación que tiene el beneficio añadido, desde el punto de vista de nuestra empresa, de ayudar a alinear los intereses del individuo con el rendimiento de esta.
En conclusión, en nuestra empresa debemos equilibrar intereses como la disminución de las restricciones salariales con la maximización de la productividad laboral a fin de lograr una relación de empleo rentable y productiva.
Gallie, D., White, M., Cheng, Y., & Tomlinson, M. (1998). Restructuring the employment relationship. OUP Catalogue.