Una hipoteca para no residentes en España es un tipo de préstamo que las entidades financieras españoles conceden a aquellas personas (físicas o jurídicas) cuya residencia fiscal esté fuera de nuestro territorio. De esta forma, estos residentes podrán acceder a una segunda residencia en nuestro país.
¿Qué documentos necesita una hipoteca para no residentes en España?
Las entidades financieras establecen la documentación que solicitan a dichas personas no residentes, en función de la concesión específica de cada país.
Obviamente, los bancos pueden establecer las limitaciones que más les convenga para lanzar sus hipotecas. Estas limitaciones se pueden traducir en que los bancos no financiarán más del 80% (aunque este porcentaje varía por entidad) del precio total de compraventa del inmueble. De esta forma, si alguien quiere hacerse con una hipoteca de este tipo tendrá que tener primero una cantidad de dinero ahorrada para hacer frente al porcentaje restante que no cubre la hipoteca.
Todo el papeleo o la documentación a entregar debe realizarse de forma presencial, así como las firmas y demás gestiones.
¿Y por qué son tan estrictos con estas medidas? Pues básicamente por un motivo: si existe impago, es muy difícil que la entidad pueda embargar los bienes del cliente estando en el extranjero. De este modo, el banco solo podría tener como garantía lo que haya indicado en el territorio nacional (en este caso, España).
No confundir con hipotecas a extranjeros residentes fiscales en España
Es importante que no confundamos las hipotecas para no residentes en España con estas otras.
Las hipotecas para residentes españoles (sean nacionales o de cualquier otro país) son hipotecas normales que un individuo adquiere como segundo inmueble. En el caso de hipotecas para no residentes depende del pago de impuestos fuera de España por parte de los clientes, no de la nacionalidad de los mismos.