Cuando hablamos del concepto de promedio hacemos referencia en el mundo de las finanzas al número finito que determina una posición, por ello es que este término también se conoce como la media aritmética.
El promedio nos ayuda a establecer hipótesis, es como un indicador financiero que influye en la planificación económica para manejar el capital e inducir a situaciones favorables para la inversión o situaciones de mayores beneficios y resultados positivos. Por ello es que entran en juego factores como los costes totales, así como la deuda y los recursos que la empresa tiene a su disposición para continuar optimizando su capital. Así, el promedio es un elemento indispensable en el plazo de recuperación y el cálculo del payback, en la medida que permite evaluar las inversiones y los periodos en los que habrá viabilidad para la inversión.
Promedio ponderado y promedio aritmético, ¿en qué se diferencian?
Se tiende a pensar que el promedio aritmético es especialmente relevante en la desviación estándar, porque es aquí donde se comprueban las estadísticas para determinar si en efecto el promedio aritmético es o no significativo. Por su parte, el promedio ponderado es el que entra en juego cuando son repuestas las pérdidas.
Para comprender la diferencia entre promedio ponderado y aritmético tendremos en cuenta la evolución del dinero temporalmente. Cuando hablamos de ponderación nos trasladamos al terreno del retorno de una tasa de inversión, teniendo en cuenta la variabilidad de las inversiones. Todo esto nos ayuda a definir periodos de mayor o menor rendimiento.
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