Como empresa, llevar un seguimiento de los ingresos y gastos a la hora de comercializar un producto o servicio es fundamental. Una de las formas más usadas y sencillas a la hora de calcular la rentabilidad de un servicio es el CPU.
El CPU o coste por usuario es el parámetro que nos indica cuánto nos está costando conseguir usuarios. En una campaña de marketing en la que hemos invertido una gran cantidad de dinero, conocer si ese gasto es rentable o no es imprescindible.
Para hacer el cálculo del CPU, debemos hacer una suma de todos estos gastos y dividirlo entre el número total de usuarios que hemos captado. Por ende, el resultado final nos indicará si ha sido rentable invertir dicha cantidad de dinero en comparación con los usuarios que hemos conseguido con ello.
¿Qué ventajas ofrece el CPU?
Entre las diferentes ventajas que nos ofrece el CPU, la principal sería la posibilidad de conocer la rentabilidad de una campaña publicitaria. Al calcular cuánto nos cuesta la captación de un usuario basándonos en la inversión previa que hemos hecho, podemos valorarla objetivamente.
Asimismo, a esta ventaja se le suma la comodidad y sencillez que supone hacer el cálculo del CPU. Al tratarse de una simple suma y división, es algo que puede estar al alcance de todas las empresas.
En conclusión, el CPU o coste por usuario supone una gran ayuda a la hora de calcular la rentabilidad de las inversiones en publicidad. Entonces, la simple suma de gastos y su división entre los usuarios captados durante el proceso puede reflejar los datos que necesitamos para hacer una valoración objetiva.
Para toda empresa, la clave está en analizar aquello que hemos hecho para poder mejorar y obtener mejores resultados.
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