Salario mínimo Interprofesional

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El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es la cuantía que se establece como mínima y que cualquier trabajador por cuenta ajena debe recibir.

Es decir, se trata de un salario mínimo que el Gobierno de un determinado país establece para que se le pague a los trabajadores. Dicha cuantía está muy ligada a la cuota mínima de cotización de autónomos.

Factores que inciden en el Salario Mínimo Interprofesional

Los Gobiernos de algunos países establecen una retribución mínima que se le debe pagar a los trabajadores por el esfuerzo que han realizado. Muchas veces es cuestión del Gobierno, aunque otras no tiene por qué serlo. En el caso de España, por ejemplo, sí lo es y se fija mediante un real decreto.


En cuanto a los factores que hacen que varíe dicho salario, encontramos:

  • La productividad media del país.
  • El IPC: si se producen subidas o bajadas o si existe inflación.
  • Aumento de la participación del trabajo en la renta del país.
  • La influencia de los sindicatos y la patronal.

Ventajas y desventajas del SMI

Las ventajas y desventajas de establecer un SMI presentan muchos puntos de vista.

Por un lado, hay quienes piensan que el salario mínimo interprofesional es beneficioso para los trabajadores, pues aumenta sus rentas y, en cierto modo, se tiene más en un cuenta el esfuerzo que hacen los trabajadores por su labor.

Por el contrario, que no se establezca un mínimo podría propiciar a las empresas a pagar menos a los trabajadores, ahorrándose costes y contratar más personal a menos precio. No obstante, también se tiene que tener en cuenta que a salarios tan bajos los trabajadores no trabajarían, aumentando precariedad laboral y afectando la productividad y competitividad.

En la otra cara, si se establece un SMI, más personas trabajarían pero menos empresas ofrecerían puestos de trabajo, ya que supone mayores costes.