Cuota

El término de cuota puede significar muchas cosas, ya que no solo se usa en ámbito financiero. El concepto puede entenderse como la cantidad de dinero que debe pagarse para obtener ciertas ventajas o beneficios de un servicio.

No obstante, cuando nos referimos a una cuota de crédito, estamos hablando del pago periódico que realiza un deudor a un acreedor para devolver la financiación que el primero le debe.

Elementos de una cuota

La cuota lo componen dos elementos básicos que son los siguientes:

• El principal: que es el dinero que se presta.
• Los intereses o el valor acumulado: que se calcula multiplicando el tipo de interés del periodo por el saldo pendiente por cancelar.

¿Cómo se calcula la cuota?

Tenemos que tener en cuenta ciertos aspectos para calcular la cuota:

• El tipo de interés. Si esta tasa es alta, los gastos financieros son mayores. Por tanto, el pago mensual de la cuota también lo será.
• Plazo de endeudamiento. Si el plazo es mayor, la cuota a pagar será menor. No obstante, debemos tener en cuenta que nos costará más tiempo devolver dicha cuota y que, por ello, nos cobrarán más intereses.
• Método de amortización. Según el método de amortización que se utilice, la cuota varía. Lo vemos a continuación.
• Otros aspectos. También tenemos que tener en cuenta otras variables que pueden afectar como lo son la cuota inicial o el plazo de gracia.

La cuota y el método de amortización

Entre los métodos de amortización más frecuentes encontramos:

• Método francés. Es el más común entre las cuotas. Las mensualidades que se pagan se calculan de manera que queden todas por igual. De este modo, cada mes se pagará la misma cuota.
• Método alemán. En este caso, la cuota varía: la devolución del principal se divide en partes iguales, aunque los intereses van cambiando y se reducen a medida que se va devolviendo el préstamo.
• Método inglés. Todas las cuotas son iguales (pagándose solo intereses) excepto la última, en la que se devuelve el principal (cuando vence el plazo de endeudamiento).