Interés

Se le llama interés al precio que se le pone al dinero que es prestado. Es decir, que para poder utilizar una cantidad de dinero que no nos pertenece de forma prestada y durante un tiempo, deberemos de pagar otra pequeña cantidad. Dicha cantidad es lo que se conoce como interés, que no es más que la contraprestación por utilizar dicho dinero prestado.

¿Cómo funcionan los intereses?

El interés, como cualquier otro precio, funciona igual que funcionan los precios de los bienes y servicios de nuestro alrededor. Normalmente, el interés suele calcularse sobre un porcentaje del principal, aunque también puede venir en un monto fijo.


Por ejemplo, si queremos un préstamo monetario de 1 000 € y nos obligan a pagar un 1% de interés mensual, tendremos que pagar 10 € mensuales por cada mes que estemos usando los 1 000 € prestados. Obviamente, una vez dejemos de utilizarlos, deberemos de devolver el dinero principal también.

Como sucede con los bienes y los servicios, el interés también depende de la ley de la oferta y la demanda:

  • Cuanto menor sea la tasa de interés, mayor será la demanda de este recurso financiero; mientras que cuanto más grande sea el tipo de interés, menor será su demanda.
  • En el caso de la oferta sucede lo contrario: cuanto mayor sea el tipo de interés, más dinero se presta; mientras que cuanto más bajo es el tipo de interés, menos se querrá prestar.

El punto de equilibrio entre oferta y demanda es lo que determinará el valor del tipo de interés. Otras variables que pueden afectar a dicho valor, son:

  • Inflación esperada
  • Prima por liquidez
  • Tipo de interés real de la deuda pública
  • Riesgo de intereses de cada plazo de vencimiento
  • Prima por riesgo de crédito del emisor
  • Entre otros