Acreedores
Los acreedores son personas físicas o jurídicas que han entregado un determinado crédito o un bien a otra persona (que se le llama deudora) y que, a cambio de esto, espera recibir un pago.
Los acreedores firman un contrato en el que se establece la obligación de un pago en un determinada fecha fijada con antelación. El deudor tiene la obligación de cumplir con lo pactado, pues de lo contrario se le puede reclamar un activo por parte del deudor.
En este sentido, los acreedores pueden tomar papeles dando lugar a diferentes tipos (como veremos a continuación). Sin ellos, los deudores no tendrían cómo financiar sus proyectos o tener obligaciones frente a terceros. Las obligaciones y deudas suelen ser buenas, pues nos compromete seguir existiendo como persona (física o jurídica) frente a otras, a la vez que no solo dependemos de nuestros bienes y derechos para subsistir.
Tipos de acreedores
Existen dos tipos de acreedores, principalmente:
- El acreedor personal. Esta figura aparece cuando la persona a la que se le debe la obligación de un pago es un familiar o un amigo. Es importante que para que no se tenga problema a la hora de devolverse la deuda, exista un documento legal que incluya el contrato como acreedor y justifique la devolución de la deuda. De lo contrario, podría incurrirse en un caso de morosidad.
- Acreedor real. En este caso, el acreedor real es aquel que existe porque hay un contrato legal de por medio entre deudor y acreedor. En este caso, no hay problemas de devolución, ya que se han redactado unos términos y el acreedor tiene el derecho de reclamar al deudor si fuese necesario.
Aunque esta primera clasificación puede resultar subjetiva, lo cierto es que existen más tipos de acreedores: hipotecarios, hereditarios, pignoraticios, etc.