Producto financiero
Un producto financiero es un instrumento que una persona física o jurídica puede adquirir con el objetivo de ayudarle a ahorrar o invertir. Los productos financieros, dependiendo de sus características, se puede ajustar al usuario en cuestión en cuanto al nivel de riesgo que conlleva asumirlo.
Un producto financiero es habitual que lo ofrezca un banco o una institución financiera, aunque también pueden ofrecerlo proveedores de seguros, corredores de bolsa, etc.
Los riesgos de los productos financieros
El principal motivo por el que se generan los riesgos en un producto financiero es por la complejidad de su naturaleza. Esto hace que la gestión del mismo tenga que tratarse con cuidado y, por ende, se asume un mayor riesgo.
Por tanto, el riesgo debe ser un factor principal del usuario a la hora de elegir un producto financiero u otro. A mayor riesgo, se obtienen más rendimientos aunque el peligro es mayor, evidentemente.
Uno de los productos financieros que pueden resultar extremadamente arriesgadas en el corto plazo son las acciones, mientras que en el largo plazo esto no ocurre. Por tanto, si lo que quieres es apostar por uno de los productos financieros más comunes como lo son las acciones, sería conveniente que invirtieras en él en el largo plazo antes que en el corto.
Tipos de productos financieros
Entre los productos financieros podemos destacar los siguientes:
- Los bonos: pueden ser públicos o privados. Son valores que se venden para que una entidad pueda conseguir financiación con el objetivo de devolverse en un futuro el importe que se ha pedido. La tasa fija del bono permite a los que lo tengan en su poder recibir una cantidad de dinero fija durante un periodo de tiempo concreto.
- Futuros: contratos para comprar o vender mercancías en un momento del futuro a un precio que se acuerda según el momento en que se vaya a formalizar o intercambiar el contrato que lo constituye.
- Las opciones y derivados: estos son productos financieros que se derivan de otro activo existente u otro producto financiero (como su propio nombre indica).
- Fondos de cobertura: se tratan de fondos de inversión para que los clientes obtengan un rendimiento seguro gracias a que un profesional explota y administra los fondos.