Descuento de efectos

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La mayoría de pequeñas y medianas empresas tienden a sufrir periodos de inestabilidad económica. Por ello, la existencia de medios por lo cuales podemos conseguir liquidez de una forma rápida y sencilla puede favorecer dicha situación. Uno de estos medios es el descuento de efectos.

Se conoce como descuento de efectos a la operación de financiación a corto plazo para las empresas. Esta operación se ofrece desde las entidades financieras, tratándose de bancos en la mayoría de los casos.


El objetivo sería financiar el capital circulante de una empresa. Así, las entidades financieras abonan un efecto comercial en una fecha anterior a su vencimiento, deduciendo los intereses y comisiones correspondientes. Además, en ocasiones cobrarán también una gestión de cobro.

Tipos de descuento de efectos

Dentro de los descuentos de efectos podemos diferenciar dos tipos, los cuales se distinguen por sus condiciones y características. Las dos modalidades que se pueden diferenciar son las siguientes.

  • Descuento financiero: los efectos descontados son los que proceden de un préstamo o crédito. Puede tratarse de letras de cambio, pagarés o recibos.
  • Descuento comercial: los efectos que se descuentan proceden de actividades comerciales. En lugar de recibir el dinero al contado, se aplaza haciéndose firme en un documento como un pagaré, una letra de cambio o un recibo.

Cabe destacar que dentro de esta última modalidad encontramos a su vez diversos tipos:

En conclusión, los descuentos de efectos abarcan diferentes modalidades. Mediante ellas podemos conseguir financiación para solventar la situación económica de una empresa.

No obstante, es fundamental entender las características que tienen cada una de ellas para encontrar la que mejor se ajusta a nuestras necesidades. Por ello, la posibilidad de elegir un método de financiación a corto plazo requiere unos conocimientos básicos de economía para evitar imprevistos.