Rentabilidad

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La rentabilidad es un indicador de las ganancias de una empresa o proyecto. El índice de rentabilidad es el elemento indispensable que nos permite diagnosticar de forma positiva o negativa una posible inversión. La rentabilidad se mide en términos porcentuales y lo que permite es determinar cómo es la gestión de una empresa puesto que relaciona el beneficio neto con las aportaciones de los propietarios.

La rentabilidad es conocida igualmente como ROE y para las empresas, especialmente aquellas que tienen un carácter lucrativo, la rentabilidad es su ratio más importante, en la medida que lo emplean para comprobar cómo es la evolución de sus inversiones.

Al igual que el TIR, la premisa básica de la rentabilidad es que sea lo mayor posible porque cuanto mayor sea el valor estimado por la rentabilidad financiera, más rentable será la inversión de un proyecto. En este sentido, el cálculo del TIR será lo que determine qué tipo de rentabilidad tendrá un determinado proyecto para estipular si una inversión es o no conveniente.

¿A qué llamamos rentabilidad del capital?

En este sentido, cuando hablamos de la rentabilidad del capital, hablamos de la relación que existe entre el beneficio neto total y el capital de los propietarios o los fondos propios.


Por tanto, para calcular la rentabilidad no se tendrán en cuenta otros recursos como podrían ser las deudas financieras.

Rentabilidad financiera VS rentabilidad económica

En términos generales, normalmente la rentabilidad como tal hace referencia a la financiera, que es la que tiene en cuenta la financiación de la empresa.

Sin embargo, la rentabilidad económica es aquella que no tiene en cuenta la financiación de la empresa, puesto que lo que mide es cómo es el rendimiento de inversión de cada empresa, dejando a un lado la financiación. Así, para medir la rentabilidad económica se hace referencia al ROA y al ROI.

La descomposición de la rentabilidad de tipo financiera

La rentabilidad financiera de un proyecto se explica en base a ratios. Por ejemplo, ratios de margen, de rotación o de apalancamiento.

Cuando hablemos de ratios de margen se precisarán los resultados del beneficio neto y de las ventas. Si se trata de ratios de rotación se precisarán los datos de las ventas y del activo. Por último, si hablamos de apalancamiento, necesitaremos los datos vinculados al activo y a los fondos propios. Todos estos datos en su conjunto a través de su cálculo darán lugar a la rentabilidad.

Cómo se mejora la rentabilidad financiera

En función de cómo sean los resultados de la rentabilidad, existen ciertas estrategias que permiten aumentar la rentabilidad financiera, como por ejemplo, aumentar los márgenes, pero además de ello, también se puede:

  • Vender más o reducir el activo, con la intención de aumentar la rotación. 
  • Aumentar el apalancamiento, por ejemplo aumentando la deuda.