Economía doméstica

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La economía doméstica es un tipo de economía que se desarrolla en un microentorno, en concreto en las familias. La economía doméstica es una tipo de microeconomía que averigua y estudia el modo en que las familias ahorran, invierten, gastan y comercian con los recursos que tienen.

¿Qué áreas tiene en cuenta la economía doméstica?

Este concepto de economía doméstica surge por la necesidad de hacer frente al día a día de los hogares. Tener en cuenta las operaciones que se llevan a cabo en nuestro hogar (gastos, ingresos, etc) puede ser beneficioso para nosotros mismos y para la economía que tenemos.

Se deben de tener en cuenta todos los aspectos del hogar, pues gestionar y planificar en qué y cómo vamos gastar nuestro dinero nos permitirá ahorrar o invertir más y mejor. Por ello, debemos tener en cuenta qué determina o no la economía familiar:

  • El ahorro de una familia.
  • El consumo del hogar (luz, gas, etc).
  • La alimentación.
  • Los gastos que puedan tener.
  • La vivienda que tenga.
  • La hipoteca.
  • Educación.
  • Salud.
  • Las compras que realice.
  • Ocio.
  • La influencia de la economía en el hogar.
  • Etc.

¿Cómo organizo mi economía doméstica? Herramientas

Cuando ya tenemos claro qué cosas son las que afectan a la economía de un hogar, lo conveniente será empezar a organizarla para que nos pueda resultar más fácil establecer objetivos y lograr metas.


La organización es muy importante para poder controlarlo todo. Debemos hacer control, principalmente, de los ingresos y gastos que se den en el día a día de nuestro hogar. Lo aconsejable es que, semanalmente, hagamos un recuento de facturas, gastos o ingresos que hayamos tenido y lo vayamos anotando. Un buen lugar para anotarlos es en Excel, aunque puedes también ir a lo tradicional y usar papel y lápiz.

Plantilla de Excel para llevar la contabilidad doméstica

Por otro lado, lo aconsejable sería que se tengan en cuenta los gastos importantes de forma mensual. De este modo, tendremos un mayor control de gastos fijos y mensuales (tanto si son previstos o imprevistos). De este modo, podemos ver en qué hemos gastado este mes y qué podemos dejar para el próximo.