Coste por clic

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Si hay un concepto que necesitamos conocer para nuestra estrategia de marketing es el famoso CPC. Este coste por clic, también conocido como PPC, consiste en el precio que se paga por cada clic que realiza un usuario en un anuncio. De hecho, el CPC mide la conversión que tiene este tipo de acción en una web y lo hace mediante un valor monetario.

¿Para qué sirve medir el CPC?

Por eso no es de extrañar que el CPC sea uno de los valores que permiten calcular la tasa de conversión que tiene una web.

A través del coste por clic podemos saber que un usuario ha accedido a la landing page o la página web de un anunciante parta adquirir un bien o un servicio.

¿Cómo se paga el Coste por clic?

Como decíamos al principio, el CPC tiene un precio, pero este no es fijo, sino que varía en función de algunos factores. Cada anunciante deberá pagar un precio distinto para el coste por clic según el éxito del anuncio, la web o el buscador.


Normalmente, si un anuncio tiene un porcentaje de clics (CTR) muy bajo, el precio del coste por clic será alto, mientras que si un anuncio tiene un CTR alto, el coste por clic será más bajo.

Asimismo, el CPC sirve como método cuantitativo para que los anunciantes establezcan una comisión para los publicistas.

El CPC ¿se puede calcular?

No sólo se puede, sino que se debe calcular el coste por clic si queremos cobrar. Para ello deberemos dividir el coste entre la cantidad de clics a través de la siguiente fórmula:

También es posible calcular el coste por clic multiplicando el ratio de conversión por el coste por adquisición o acción (CPA) mediante la siguiente fórmula:

Al igual que podemos calcularlo dividiendo el coste por mil impresiones entre 1000 y el resultado dividirlo entre el porcentaje de clics (CTR). La fórmula necesaria es la siguiente: