Impuestos corporativos
Los impuestos son una buena fuente de financiación para el Gobierno de los países. Gracias a ellos, pueden dedicar parte de su presupuesto al gasto público, por lo que uno de los principales objetivos es que el impuesto que se grave sea mayor (aunque no siempre tiene por qué ser así).
El concepto de impuestos corporativos se aplica a algunos países en vías de desarrollo de Latinoamerica, pues resulta ser una parte importante para encomendarse en las reformas que se pueden realizar en dichos países. Es decir, el gobierno recava los impuestos a las organizaciones con el fin de poder utilizarlo en el gasto público y hacer un buen uso del mismo.
¿Para qué sirven los impuestos corporativos?
Los impuestos corporativos implica que las empresas se desenvuelvan en un ambiente fiscal bastante dinámico: ubicación de la empresa (sobre todo el país), tamaño, su estructura de capital, dependencia con los proveedores, la tecnología que usa, etc. influye a la hora de incidir sobre ellos los impuestos. Las soluciones que se suelen presentar suelen ser integrales y estratégicas, existiendo coordinación entre empresas y asesores, influidas por la variedad de las obligaciones fiscales a las que suelen estar sujetas.
Lo ideal sería que la empresa tenga, además de un buen cumplimiento de sus obligaciones fiscales, una estructura fiscal sólida y sustentable, en la que les permita gozar de seguridad y confianza para la revelación de operaciones según la normativa que se le aplique en su caso.
Esto no podría ser solo beneficioso para la empresa en sí, sino también para el Gobierno que capta la financiación de su gasto público a través de estos impuestos.