Patrimonio neto
Hasta la entrada en vigor del Plan General de Contabilidad (PGC) de 2007, el patrimonio neto y el pasivo se confundían en un mismo término. No obstante, con el PGC surgió la necesidad de diferenciarlos.
A partir de entonces, el patrimonio neto se ve como la suma de las aportaciones de capital por parte de los socios y las reservas o beneficios generados y no distribuidos por la empresa.
¿Qué características tiene el patrimonio neto?
El patrimonio neto no es exigible, esto quiere decir que no hay que devolverlo a terceros ajenos a la empresa. Además, este carece de coste financiero. Indudablemente, es una de las características que lo caracteriza.
Por último, debe financiar tanto el activo no corriente, como parte del activo corriente o circulante de la empresa.
¿Cómo se calcula el patrimonio neto?
El patrimonio neto lo podemos calcular como el activo menos el pasivo. El activo es lo que se posee y el pasivo lo que se debe.
Finalmente, y como hemos dicho anteriormente, el patrimonio neto son los recursos financieros que pertenecen a la empresa.
¿Por qué es importante el patrimonio neto de una empresa?
Es esencial conocer el patrimonio neto de una empresa para saber si esta funciona correctamente. Así, si la empresa tiene un patrimonio neto mayor que cero, significará que está financiada con su propio dinero. Además, esto nos indica que no tiene ni deudas ni obligación que devolver.
En conclusión, el patrimonio neto de una empresa se considera el valor de dicha empresa. De esta forma, cuanto mayor sea el patrimonio neto, mayor será su valor.
Una empresa que va aumentando año tras año su patrimonio neto, gracias a sus beneficios, es una empresa sana y con futuro.