Pasivo
El pasivo de una empresa lo componen las deudas y obligaciones que tiene contraídas una empresa debido al desarrollo de su actividad económica.
El pasivo trata de financiar y hacer funcionar el activo de la empresa, ofreciendo información acerca de la estructura financiera, capital financiero, origen de recursos y fuente de financiación ajena. Se trata, por ejemplo, de la adquisición de un préstamo.
¿Cómo se calcula el pasivo?
El pasivo representa uno de los 3 elementos patrimoniales del balance de situación, junto al activo y al patrimonio neto. Como ya hemos indicado en su definición, el pasivo está compuesto por aquellas deudas y obligaciones que tiene la empresa contraídas.
Su cálculo se hace de la siguiente forma:
¿Para qué sirve el pasivo?
El aumento o disminución del pasivo afecta al activo de la empresa; no obstante, no sucede lo mismo al contrario, ya que el aumento o disminución del activo puede deberse al pasivo o al patrimonio neto.
Por otro lado, es importante mencionar lo ideal que sería que la empresa encuentre un buen equilibrio entre sus obligaciones a corto plazo con las de largo plazo. Esto le permitirá a la empresa poder acceder a financiaciones sin obstáculos, pues evitan riesgo de impago ante nuevas obligaciones.
Componentes del pasivo
El pasivo se subdivide en dos masas patrimoniales:
- Pasivo corriente: se trata de las obligaciones que tiene la empresa a corto plazo. En términos contables esto quiere decir que tiene una duración inferior a un año.
- Pasivo no corriente: por otro lado, el pasivo no corriente es aquel que se compone de deudas y obligaciones del largo plazo (vencimiento superior al año). A diferencia del pasivo corriente, las obligaciones pueden generar intereses por los que la empresa sí debe ir pagando mes a mes, o trimestre a trimestre (dependiendo de como se haya establecido el pago).