Inmovilizado

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Se conoce como inmovilizado a la totalidad de activos no circulantes que tiene una empresa. Entre estos activos, podemos destacar aquellos que son materiales (instalaciones, mobiliario, construcciones, etc) o inmateriales (créditos a largo plazo, por ejemplo).

Este concepto también es conocido como activos fijos (tardan más de un año en consumirse o liquidarse). Distinguimos dos tipos de inmovilizado: material e inmaterial. Vamos a ver cada uno de ellos.

El inmovilizado material

Conjunto de bienes físicos que pueden permanecer en la empresa durante un periodo grande de tiempo (superior a un año, según términos contables) y con los que esta puede desarrollar su actividad.


No obstante, la determinación de este inmovilizado es muy relativo: si una empresa se dedica a vender mobiliario, por ejemplo, este no será considerado como inmovilizado material ya que lo lógico sería que dure menos de un año en la empresa. En este sentido, lo que se tiene en cuenta es el uso que se le da a dicho activo:

  • Maquinaría
  • Construcciones
  • Transporte: camiones, furgonetas, etc
  • Bienes naturales
  • Instalaciones técnicas
  • Mobiliario
  • Equipos informáticos

El inmovilizado inmaterial

Por otro lado, este tipo de inmovilizado tiene en cuenta activos intangibles o que su existencia es de tipo intelectual. Se debe tener en cuenta que este tipo de inmovilizado se cuenta como uno más: no se comercializa con ellos, permanece más de un año en la empresa y permite el desarrollo de la actividad de la misma.

En cuanto a los tipos de inmovilizado inmaterial que encontramos, tenemos:

  • Concesiones administrativas
  • Gastos de investigación y desarrollo
  • Talento humano
  • Propiedad industrial y patentes
  • Fondo de comercio
  • Aplicaciones informáticas o licencia de programas informáticos

Este dato suele emplearse en múltiples ámbitos de las finanzas y la contabilidad, como con el ratio de solvencia y la amortización de bienes.