Prueba ácida
La prueba ácida es uno de los indicadores financieros utilizados de forma habitual para medir la liquidez de una empresa. Nos aporta conocimiento sobre su capacidad para pagar sus deudas inmediatas.
En el cálculo de esta prueba, se eliminan los inventarios para determinar la capacidad financiera a corto plazo de la empresa. Esto es así, dado que se supone que la empresa no debería estar supeditada a vender sus inventarios para hacer frente a esas deudas.
La fórmula de la prueba ácida
La prueba ácida tiene tres posibles resultados: 1, mayor que 1 o menor que 1.
- Si el valor es mayor que 1, la empresa no tiene ningún problema para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo.
- Cuando el valor obtenido es inferior a 1, indicaría que tiene problemas para afrontar sus responsabilidades a corto plazo.
- Por lo tanto, lo ideal sería encontrarnos con empresas en las que la prueba ácida esté cerca de 1.
¿Para qué sirve la prueba ácida?
El resultado obtenido de la prueba ácida, no solo nos informa de si la empresa es capaz de hacer frente a sus deudas a corto plazo. Así, nos sirve también para descubrir algunas relaciones que pueden pasar de inadvertidas.
En el caso de que la prueba ácida sea bastante menor al capital del trabajo, significará que la empresa depende de su inventario. Sin embargo, lo contrario nos mostraría que la empresa puede tener demasiado efectivo que no genera ningún tipo de rentabilidad.
En conclusión, la prueba ácida es un fuerte indicador de si una empresa tiene suficientes activos a corto plazo para cubrir sus responsabilidades. Para un inversor, esta prueba es crucial, ya que le hará saber si la empresa es una buena oportunidad de inversión.