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La tasa de crecimiento anual compuesto (o CAGR por sus siglas en inglés Compound Annual Growth Rate) nos permite conocer la tasa de retorno que alcanza una determinada inversión durante un periodo concreto (que suele ser superior a un año, pudiendo llegar a tres, o incluso diez). Esta inversión puede ser de renta fija o variable.

Características de la Tasa de Crecimiento Anual Compuesto (TCAC)

La principal ventaja de este indicador es que podemos medir el retorno de la inversión atenuando o dirimiendo la volatilidad que hay en los mercados. De hecho, la estimación que hace el indicador suele estar basada en situaciones sin grandes cambios, de forma lineal.

Para calcular el CAGR se suele utilizar el valor de un determinado activo financiero en un año y utilizar, también, el mismo activo pasado cierto tiempo que queremos determinar.

El apelativo de "compuesto", por tanto, es porque tiene en cuenta la revalorización del primer año para el cálculo de la revalorización del segundo año y posteriores a ese.


¿Para qué sirve el CAGR?

Esta operación nos permitirá conocer el promedio de esa inversión, y si ha sido positiva o negativa y así saber si tenemos que mantener o no una determinada inversión.

No obstante, debemos tener en cuenta que lo que nos indica la tasa es solo una sugerencia, pues estamos calculando un resultado en base a una estimación. Esto se debe, sobre todo, a la inestabilidad de ciertas temporadas que suceden en ciertos periodos de tiempo.

Por este motivo, principalmente, este indicador se convierte en un indicador válido, aunque debemos complementar con otros indicadores más complejos que tengan otro tipo de variables, y observar si nos conviene seguir con dicha inversión o no. Hay que estar preparado para lo que pueda llegar a pasar, aunque este indicador puede ser una buena primera aproximación sobre cómo se comporta la inversión analizada.

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Última actualización del portal: 30/05/2023